_Durante la intervención se hallaron grandes cantidades de escombros, basura doméstica y residuos no biodegradables que afectan el flujo natural del canal y aumentan el riesgo de inundaciones en temporada de lluvias. Estas condiciones evidencian el uso indebido del canal como un basurero satélite, lo cual fue rechazado enfáticamente por las autoridades._
En el marco de la estrategia distrital #CambiaElCanal, la Oficina Asesora para la Gestión del Riesgo de Desastres (OAGRD) lideró una nueva jornada de recuperación ambiental en el canal Matute, un cuerpo de agua natural de 1,4 kilómetros de longitud que atraviesa sectores como Fredonia, Las Palmeras, y que desemboca en la Ciénaga de la Virgen, en Olaya Herrera.
Durante la intervención se hallaron grandes cantidades de escombros, basura doméstica y residuos no biodegradables que afectan el flujo natural del canal y aumentan el riesgo de inundaciones en temporada de lluvias. Estas condiciones evidencian el uso indebido del canal como un basurero satélite, lo cual fue rechazado enfáticamente por las autoridades.
Daniel Vargas, director de la OAGRD, entregó balance de la jornada.
“Volver al canal Matute es un llamado urgente a la conciencia ciudadana. No podemos seguir usando estos cuerpos de agua como basureros. Cada bolsa, cada escombro que se lanza aquí pone en riesgo la vida de cientos de familias. Desde la OAGRD estamos trabajando de la mano con otras dependencias para recuperar estos espacios y, sobre todo, para educar. La gestión del riesgo empieza en casa, en la forma como nos relacionamos con el entorno. Este canal no es un botadero: es un ecosistema que debemos proteger”, afirmó Vargas.
La jornada incluyó labores de recolección de residuos, fumigación, control de vectores, limpieza y poda de maleza, en articulación con entidades como Pacaribe, DADIS, Espacio Público, Servicios Públicos, Distriseguridad, Infraestructura, la Alcaldía de la Localidad 2 y la OAGRD.
Se hizo especial énfasis en la sensibilización ambiental a la comunidad, alertando sobre las graves consecuencias de arrojar desechos a los cuerpos de agua: taponamientos, proliferación de vectores, contaminación y riesgo para la salud pública. Estos canales no son basureros, sino ecosistemas vitales que deben protegerse.
Con esta acción, el Distrito reafirma su compromiso con una gestión del riesgo que se construye en el territorio, con la gente, y que prioriza la prevención y el respeto por el entorno.