Cartagena despertó temprano este sábado 30 de agosto. En el Centro Comercial de Parque Heredia, el bullicio de compradores y vendedores transformó la cotidianidad en una fiesta campesina. Lo que estaba previsto para iniciar a las nueve de la mañana, debió abrir sus puertas desde las siete, porque cientos de familias cartageneras ya esperaban con ansias recorrer los puestos de frutas, verduras, pescados, lácteos y delicias tradicionales traídas desde los campos de Bolívar.
Era el inicio de una nueva edición de MercaBolívar, un mercado campesino que no solo conecta al productor con el consumidor, sino que, sobre todo, despierta en cada visitante el orgullo de pertenecer a un territorio abundante, diverso y fértil.
Bolívar en un solo lugar
Cuarenta asociaciones agropecuarias, provenientes de municipios como San Jacinto, San Juan Nepomuceno, Turbaco, Carmen de Bolívar, María La Baja, Turbana, Arjona y otros pueblos, dieron vida a esta vitrina campesina. Entre los estantes se exhibían plátanos recién cortados, yuca fresca, ñame, quesos artesanales, pescado, cúrcuma, miel, salsas picantes y hasta bollos de mazorca arjoneros, sueros y dulces típicos. Todo un banquete para los sentidos.
“El éxito fue total. A mediodía ya habíamos superado todas las expectativas. MercaBolívar es la muestra de que nuestra gente campesina tiene lo mejor para ofrecer y que Cartagena responde con entusiasmo”, afirmó Víctor Méndez Galvis, secretario de Agricultura de Bolívar, mientras invitaba a más familias a sumarse a la jornada.
Voces del campo: la esencia de MercaBolívar
Desde Arjona llegó Jorge Luis Simanca, miembro de la Asociación Agropecuaria La Esperanza, con frutas como mango, papaya y limón, además de derivados del maíz: buñuelos, suero, quesos y hasta vinos de Mompox. “Este mercado es una vitrina que nos permite mostrar lo que cultivamos con nuestras propias manos. Aquí nos damos a conocer y logramos contactos que son vitales para crecer”, expresó con gratitud.
Lo mismo señaló Fidel Torres Ardila, representante de la Asociación de Pescadores de Mahates en Bolívar (Asopema), quien cría especies piscícolas como cachama, bocachico y tilapia roja. “Gracias a estos espacios podemos vender y, sobre todo, dar a conocer el trabajo de nuestras asociaciones. Esto es una ayuda inmensa para el campo bolivarense”, aseguró.
Orgullo que nace del campo
Los consumidores también celebraron. Para Carlos Julio Peña, empresario cartagenero, la experiencia fue única: “Encontramos productos frescos, de calidad, a buenos precios y con la calidez de nuestra gente. Es un evento que ojalá se repita siempre”.
Ese sentir es justamente lo que el gobernador Yamil Arana busca sembrar en los corazones de bolivarenses y cartageneros: el orgullo de consumir lo propio, valorar la tradición campesina y reconocer en cada producto el rostro de las familias que lo cultivan.
MercaBolívar: mucho más que un mercado
Más allá de la compraventa, MercaBolívar se consolida como un símbolo de identidad. Es un puente entre la Cartagena urbana y el Bolívar rural; un espacio donde se encuentran la tradición y la modernidad; una ventana que recuerda que el departamento tiene la capacidad de abastecer con sus propios recursos, fortaleciendo la soberanía alimentaria.
Porque en cada queso de capa, en cada tilapia plateada, en cada panela o plátano que se ofrece, se lleva implícito el esfuerzo de hombres y mujeres que día a día luchan contra la adversidad para mantener viva la riqueza agrícola de Bolívar.
Y ese es el verdadero éxito: no solo la masiva asistencia, ni las ventas que superaron expectativas, sino la certeza de que el campo bolivarense tiene un lugar protagónico en el presente y futuro del departamento.
MercaBolívar es orgullo, es identidad, es el campo latiendo en Cartagena. Mañana abrirá sus puertas en el mismo sitio.