Por años, Gualí fue uno de esos puntos del mapa donde el Estado solo llegaba en promesas. Sus calles sin pavimentar, el aire húmedo del Magdalena Medio y la ausencia de servicios básicos definían la cotidianidad de más de 1.200 habitantes acostumbrados a resistir, a organizarse y a esperar. Hasta hoy.
El corregimiento, perteneciente al municipio de Hatillo de Loba, acaba de romper esa larga espera con la inauguración de un sistema de alcantarillado completo, sostenible y moderno, que lo convierte en uno de los primeros corregimientos del Caribe colombiano con el 100% de cobertura en saneamiento básico. Una obra sin precedentes, impulsada y entregada por el gobernador de Bolívar, Yamil Arana Padauí, quien ha hecho del desarrollo rural una bandera de gobierno.
“En la profundidad de Bolívar, donde el Estado casi ni se aparece, ahora tenemos un corregimiento que tiene el 100% de cobertura de alcantarillado. Pero no solo eso, sino que funciona con energía solar. La gente de Bolívar merece esto y mucho más”, expresó el mandatario departamental, visiblemente emocionado.
De la deuda histórica a la dignidad colectiva
Durante décadas, la comunidad de Gualí convivió con aguas residuales a cielo abierto, enfermedades intestinales recurrentes y una sensación de olvido institucional. El acceso a un servicio tan básico como el alcantarillado parecía un sueño imposible. Hasta que, bajo la administración de Yamil Arana, el proyecto se convirtió en una prioridad del plan de gobierno.
Con una inversión superior a 5.400 millones de pesos, la Gobernación de Bolívar diseñó e implementó un sistema integral de saneamiento que no solo cubre todo el corregimiento, sino que además incorpora tecnologías limpias y sostenibles. Entre los componentes más destacados de la obra se encuentran:
• 1.898 metros lineales de tubería sanitaria de 8 pulgadas.
• 40 pozos de inspección y 135 registros domiciliarios.
• Una estación de bombeo, planta eléctrica de emergencia y 1.250 metros de redes eléctricas.
• Sistema alterno de energía con paneles solares, que reduce los costos operativos y el impacto ambiental.
• 946 metros de tubería de impulsión de 4 pulgadas.
• Construcción de una laguna facultativa y una laguna de maduración, que garantizan un adecuado tratamiento de las aguas residuales.
Más que tubos: un símbolo de justicia territorial
Pero esta obra no se mide solo en metros de tubería o cifras de inversión. El nuevo sistema de alcantarillado es, sobre todo, un símbolo de dignidad y justicia territorial. Para Yamil Arana, llevar infraestructura al sur de Bolívar es una forma concreta de saldar las deudas históricas con las poblaciones rurales, muchas veces relegadas por los grandes centros de poder.
“Cuando decimos que Bolívar es uno solo, lo decimos en serio. Gualí no es una excepción, es un ejemplo. Aquí hay ciudadanos que merecen vivir con salud, con calidad y con oportunidades. Esta obra es solo el comienzo”, enfatizó el gobernador.
Con la entrega de esta infraestructura, el gobierno departamental avanza en su propósito de cerrar las brechas entre el campo y la ciudad, entre el olvido de ayer y el futuro que comienza a construirse con hechos.
Un modelo replicable para el Caribe colombiano
Gualí se convierte hoy en un referente regional, no solo por contar con una solución técnica avanzada, sino por demostrar que la voluntad política, sumada a la escucha comunitaria y la planeación responsable, puede transformar realidades.
Los rostros de los niños que ya no jugarán entre charcos de aguas negras, de los adultos mayores que ahora tendrán una vida más digna, y de los jóvenes que ven futuro en su territorio, hablan por sí solos. El progreso sí llega a los corregimientos. Y cuando llega, lo cambia todo.