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Iván Zuleta, nuevo Rey Vallenato Profesional 2025: un triunfo que consagra una dinastía

Valledupar fue testigo de una consagración largamente esperada. En medio del calor, la tradición y los ecos de un legado legendario, Iván Zuleta se coronó como Rey Vallenato Profesional 2025. El hijo de Fabio, el nieto del viejo Emiliano Zuleta Baquero, cerró un ciclo que comenzó en la infancia y hoy lo ubica en lo más alto del folclor vallenato.

El segundo lugar del concurso profesional fue otorgado a Jairo Andrés de la Ossa Otero, quien se destacó por su impecable técnica y sobriedad interpretativa. El tercer lugar fue para Camilo Andrés Molina Luna, de Montería, cuya ejecución del acordeón y dominio de los aires tradicionales lo posicionaron como una de las revelaciones del certamen. Ambos finalistas contribuyeron a elevar el nivel competitivo de esta versión del Festival de la Leyenda Vallenata, dejando claro que el futuro del folclor sigue en buenas manos.

Fue en el Parque de la Leyenda Vallenata donde la dinastía Zuleta volvió a escribir historia. Iván, con su acordeón pegado al alma, interpretó los cuatro aires con maestría, respeto y carácter. Paseo, son, merengue y puya sonaron como si hablaran desde las raíces mismas del vallenato. Lo acompañaban los aplausos, el reconocimiento y, sobre todo, la memoria viva de su recorrido musical.

 

No es cualquier nombre el que lleva este nuevo rey vallenato. Iván Zuleta Barros no solo creció bajo el influjo de su padre, el reconocido locutor, folclorista y humorista  Fabio Zuleta Díaz, sino que también heredó el legado de su abuelo, el mítico Emiliano Zuleta Baquero, autor del clásico “La gota fría” y figura clave en la historia del vallenato.

A esa herencia se suma una trayectoria artística construida con trabajo y talento propio. Iván se formó en la tarima al lado de una leyenda: Diomedes Díaz, con quien vivió una de las etapas más emblemáticas del vallenato contemporáneo. Junto a Diomedes, recorrió el país, grabó álbumes exitosos y participó en parrandas memorables.

Aquella unión, que duró varios años, consolidó a Iván como un virtuoso del género, capaz de equilibrar la fuerza emocional del canto con la elegancia del acompañamiento. En él, se mezclan el instinto del juglar con el rigor del intérprete moderno.

Ya había sido Rey Vallenato Infantil en 1988 y Rey Aficionado en 1994. Con esta nueva victoria, a sus 48 años, completa la tríada dorada del Festival de la Leyenda Vallenata, un honor que pocos ostentan. Pero más allá del título, esta coronación simboliza la permanencia de una música que sigue viva en las manos de quienes la respetan y la sienten.

Este año, el Festival rindió homenaje a Omar Geles, uno de los más queridos compositores del vallenato romántico, fallecido en 2024. Y fue en ese marco de nostalgia y gratitud que Iván recibió el aplauso de una ciudad y un país que lo vio crecer entre notas y versos.

“Este triunfo se lo dedico a mi familia, a Diomedes, a Omar, a todos los que han hecho del vallenato una forma de vivir y de contar nuestras historias”, dijo Iván emocionado al recibir la corona.

Con esta victoria, el vallenato no solo celebra a su nuevo rey. Celebra la continuidad de una estirpe, la defensa de un legado, y la emoción intacta que sigue despertando esta música nacida entre el río y la montaña, que une generaciones y territorios a través del acordeón.

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