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San Juan Nepomuceno: ¡Horror! Madre aterrorizada pide a la Policía detengan al ‘Toto’, su propio hijo

En el tranquilo barrio Centro de San Juan Nepomuceno, un oscuro drama familiar sacudió la serenidad de sus calles. Una madre, sometida al tormento físico y verbal infligido por las manos de su propio hijo, se vio obligada a desafiar el silencio y buscar auxilio a través de una llamada telefónica desesperada a la estación de Policía local.

Su voz, temblorosa y cargada de angustia, rompió el silencio de la noche, implorando por salvación de las garras de su agresor.

Los uniformados, guardianes de la ley y la seguridad, respondieron al llamado con diligencia y prontitud. Sin embargo, al llegar al lugar señalado, fueron recibidos por una escena que heló la sangre en sus venas. El presunto agresor, identificado como Israel Antonio Pérez Meza, conocido con el ominoso apelativo del “Toto”, los esperaba en lo alto de un segundo piso con el rostro enmascarado por la oscuridad de la noche y el brillo amenazante de un arma de fuego en su mano.

La tensión en el aire era palpable mientras el “Toto” desafiaba a las autoridades, ignorando sus llamados a rendirse pacíficamente. Con gesto desafiante, apuntó el arma hacia los uniformados, desencadenando una crisis que amenazaba con desbordarse en tragedia. Ante la gravedad de la situación, los oficiales solicitaron refuerzos al comandante de la estación, quien acudió con el apoyo de la Infantería de Marina.

Acorralado y superado en número, el “Toto”, finalmente, cedió, soltando el arma de fuego que había sido su amenaza mortal. Los uniformados actuaron con rapidez para asegurar el arma y neutralizar la amenaza, pero el horror de la noche aún no había llegado a su fin.

Las investigaciones posteriores revelaron la terrorífica verdad detrás de este oscuro episodio. La madre, valiente en su denuncia, confesó haber sido amenazada repetidamente por su propio hijo, temiendo por su vida y la de aquellos que la rodeaban. Israel Antonio Pérez Meza, el “Toto”, un individuo con un oscuro historial delictivo que incluía violencia intrafamiliar, tráfico de estupefacientes y porte ilegal de armas de fuego, representaba una amenaza constante para la comunidad.

La justicia, implacable en su búsqueda de la verdad, dictaminó medida de aseguramiento en centro carcelario para el “Toto”, mientras que el arma de fuego incautada se convertía en testigo mudo de la violencia que aún persistía en las sombras de la noche. Pero entre las sombras, también había luz; la valentía de una madre y la pronta respuesta de las autoridades, recordando a todos que la esperanza aún brillaba en medio de la oscuridad.

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