Con una emotiva caminata encabezada por el alcalde Arnaldo Beltrán Fontalvo, representantes de los corregimientos, líderes comunitarios y habitantes del casco urbano, el municipio de Santa Catalina dio inicio a la celebración de sus 281 años de historia, resistencia y esperanza compartida ayer dos de julio. La jornada, cargada de simbolismo y sentido de pertenencia, se desarrolló bajo el lema:
“Santa Catalina: 281 años de legado histórico, riqueza cultural y un espíritu que perdura”
Desde tempranas horas, los cataneros y castaneras se dieron cita en la plaza del municipio para participar de un programa especial que reafirmó la identidad del pueblo, honró su memoria colectiva y proyectó un mensaje de unión y transformación para las futuras generaciones.
Actos conmemorativos: una jornada cargada de sentido
El acto solemne comenzó con la bienvenida oficial a cargo de Julia Marín, gestora social, seguida de la convocatoria general al desfile cívico, en el que participaron delegaciones de instituciones educativas, grupos culturales y organizaciones comunitarias. El desfile recorrió las calles del municipio como una expresión viva del alma popular de Santa Catalina.
A su regreso, se entonaron de forma solemne los himnos de Colombia, del departamento de Bolívar y del municipio de Santa Catalina. Posteriormente, se vivió un momento de reflexión espiritual por el mundo, Colombia y por la paz del municipio, elevando un clamor colectivo de esperanza.
Durante la jornada se rindió homenaje a personajes que han dejado huella en la historia local, en un espacio de reconocimiento a líderes y referentes comunitarios. El alcalde Arnaldo Beltrán Fontalvo, en su discurso central, envió un mensaje lleno de orgullo, compromiso y amor por el territorio:
“Hoy celebramos más que un aniversario: hoy comienza una nueva historia. Santa Catalina es alegría, es pasión, es lo mejor del Caribe colombiano. Tenemos que amar lo nuestro, hablar bien de nuestra tierra, sentirnos orgullosos de ser un solo pueblo. Estoy convencido de que el boom del turismo, del campo, del desarrollo rural, está aquí”, expresó el mandatario.
El alcalde también reafirmó su compromiso con la reactivación productiva del campo, con proyectos de entrega de semillas, insumos agrícolas e inversión en vías rurales, como parte de una política integral para dignificar al campesino y revalorizar las tradiciones agrícolas del municipio.
La celebración continuó con la presentación del coro de niños, símbolo de la esperanza y el futuro de Santa Catalina, y con las intervenciones de líderes comunitarios que compartieron relatos y anécdotas representativas de los pueblos y corregimientos.
El reconocido artista Nando de la Hoz ofreció una canción compuesta especialmente en honor al municipio, seguida de una emotiva obra de teatro sobre la historia y el legado cultural de Santa Catalina, una presentación de gaitas tradicionales y la participación de una banda folclórica que animó el ambiente festivo y comunitario.
Un cierre para el alma
Como broche de oro, un grupo de mariachis sorprendió a la comunidad con una serenata al municipio, entonando canciones llenas de nostalgia y cariño por la tierra que los vio nacer. Fue un momento cargado de emoción, en el que las lágrimas, los abrazos y las sonrisas se mezclaron con el orgullo de ser catanero.
La jornada culminó con un gran almuerzo comunitario, vivido como un acto de hermandad, gratitud y reencuentro entre quienes, día a día, construyen la historia viva del municipio.
Una celebración que marca el renacer de Santa Catalina
Más allá de la conmemoración, esta fecha representa un punto de inflexión en la historia del municipio. Santa Catalina reafirma su vocación turística, cultural y rural; pero sobre todo, reafirma la fuerza de su gente como motor de transformación social.
El alcalde Beltrán Fontalvo lo expresó con firmeza:
“El campo fue abandonado, pero hoy lo estamos recuperando con inversión y esperanza. Estamos empoderando a la gente, reactivando la cultura, la identidad y la memoria. Y por eso estamos aquí, celebrando y diciendo con orgullo: yo soy de Santa Catalina, y me siento profundamente enamorado de mi tierra”.
Con esta celebración, Santa Catalina no solo honra su pasado, sino que siembra las semillas de un futuro más justo, unido y esperanzador para todos sus hijos e hijas.