Al borde del colapso está el Sistema Integrado de Transporte Masivo de Cartagena (Transcaribe) que debe $52 mil millones a sus operadores, lo que pone a tambalear su continuidad.
El información se ofició al Concejo de Cartagena, luego de que la directora del DADIS y el director del DATT sustentaran su informe de gestión ante la plenaria.
El gerente encargado de Transcaribe, Mauricio Hernández, entregó el informe de gestión del sistema hasta mayo de 2022, donde resaltó que la deuda del SITM con sus operadores es de 52 mil millones.
El transporte diario de más de 110 mil personas en Cartagena se encuentra al borde de un colapso por la falta de recursos y el déficit que está consumiendo al sistema. “Estamos comprometidos, somos un equipo que trabajamos por movilizar a los cartageneros y tenemos un avance del 46% desde que comenzamos”.
El concejal Carlos Barrios aseguró que sin el compromiso del ente central para sacar adelante al sistema de transporte masivo “pueden traer a quién sea, pero sin recursos y compromiso no se puede hacer nada. El panorama del SITM es oscuro”.
Por otro lado, el concejal David Caballero dijo que no es viable seguir abriendo nuevas rutas si no hay un control en la ciudad. El cabildante conservador pidió controlar la tarifa técnica de los operadores, quienes a pesar de la deuda existente, ellos han recibido millones de la mano de los cartageneros.
En la misma medida, el concejal Cesar Pión enfatizó en que la corporación está presta a aprobar los recursos que necesita el SITM para poder pagar sus deudas y poder prestar un servicio digno a los cartageneros.
El gerente de Transambiental, Mauricio Sandoval, aseguró que el 30% de los buses de Transcaribe que compró el Distrito están parados porque no tienen cómo hacer el mantenimiento y que nadie le apuesta al sistema porque no confían en él. Por eso solicitaron una mesa de trabajo para buscar una estrategia que salve al sistema.
De igual forma, voces ciudadanas indicaron que las estaciones están en mal estado y que son objeto de continuos robos porque no hay vigilancia.