El incidente registrado el lunes 8 de septiembre en Playa Blanca, Barú, puso de nuevo en el centro del debate la seguridad de los turistas en las zonas insulares de Cartagena. Una embarcación que habría ingresado a un área restringida terminó afectando a un visitante, quien, tras ser atendido por personal médico, se encuentra fuera de peligro.
Desde la Alcaldía Mayor de Cartagena de Indias se activó de inmediato una ruta de acompañamiento. Funcionarios de la Secretaría de Turismo hicieron presencia en la clínica y establecieron contacto directo con los familiares del afectado, mientras que, en articulación con la Dirección General Marítima (DIMAR), se iniciaron las indagaciones correspondientes.
“Lo más importante es que el turista está fuera de peligro, pero este hecho no puede repetirse. La seguridad y el respeto hacia la vida son innegociables. Los prestadores de servicios turísticos deben acatar las reglas; no vamos a permitir que la irresponsabilidad manche el nombre de Cartagena”, afirmó el alcalde Dumek Turbay en tono enérgico.
Controles reforzados en Playa Blanca
La Administración Distrital recordó que en Playa Blanca existen boyas instaladas para delimitar las áreas seguras de baño, justamente para evitar la circulación de lanchas y motos acuáticas en zonas de bañistas. Sin embargo, el incumplimiento de algunos prestadores turísticos continúa siendo un riesgo latente.
En ese sentido, el Distrito anunció que mañana, viernes 12 de septiembre, la Secretaría de Turismo liderará una reunión en Playa Blanca con todos los prestadores turísticos y las autoridades marítimas. El objetivo: acordar compromisos, reforzar los controles y garantizar que situaciones como la ocurrida no vuelvan a presentarse.
La secretaria de Turismo, Teremar Londoño, aseguró que este espacio será clave para trazar nuevas medidas de seguridad y enfatizó que “nuestro objetivo es garantizar que se cumplan las normas y que el turismo en Cartagena sea sinónimo de tranquilidad y confianza”.
Investigación a la empresa contratada
En paralelo, la Alcaldía adelanta la verificación sobre la empresa con la que los turistas contrataron los servicios, con el fin de constatar que cumpla con todos los requisitos legales para operar. Asimismo, se constató que los afectados ya interpusieron una denuncia ante la Fiscalía General de la Nación contra quienes manejaban la embarcación.
Un llamado al respeto
El alcalde Turbay fue enfático en que este episodio debe servir como un punto de quiebre para la cultura turística en la ciudad:
“Más allá de este caso puntual, se trata de respetar la vida y de asumir con seriedad la responsabilidad que implica ofrecer servicios turísticos. No podemos permitir que la falta de respeto y de controles ponga en riesgo a quienes confían en Cartagena para vivir una experiencia única”.
La Alcaldía Mayor reiteró su compromiso con la protección de los visitantes y aseguró que reforzará los controles en las playas y zonas insulares. La premisa, según Turbay, es clara: la seguridad de los turistas es primero, y el respeto de los prestadores turísticos es una obligación, no una opción.
