En dos celebraciones de bandos barriales, la tranquilidad se vio amenazada. Ayer en Los Calamares y hoy en Chiquinquirá, la festividad se tornó caótica, lo que podría haber resultado en una tragedia.
Lo que comenzó como una típica celebración novembrina organizada por jóvenes del barrio Chiquinquirá terminó en una estampida, desencadenada por desórdenes y enfrentamientos al parecer entre bandos de jóvenes en riesgo. La intervención policial se hizo necesaria para restablecer el orden, utilizando gases lacrimógenos para dispersar a los asistentes. En Chiquinquirá, se desató una pelea de grandes proporciones con botellas, piedras y palos.
Así mismo, otras impactantes imágenes de la persecución policial a un grupo de jóvenes fueron capturadas en las calles del barrio Los Calamares, donde el bando novembrino de ayer, lamentablemente no autorizado, degeneró en disturbios. Es esencial destacar que estos eventos carecían de los permisos necesarios de las autoridades, generando preocupación en los residentes.
Los habitantes de estos barrios hacen un llamado a la necesidad de organizar estos eventos con el respaldo de la Policía y contar con los permisos correspondientes para garantizar la seguridad de todos los involucrados. La pregunta que surge es: ¿cómo prevenir futuros incidentes de este tipo?