El alcalde de Santa Rosa, Bolívar, Harvis Bello, no se quedó callado ante las declaraciones del director del Departamento de Prosperidad Social (DPS), Gustavo Bolívar, quien en su visita a San Diego, Cesar, hace tres días, aseguró que el Sistema de Identificación de Potenciales Beneficiarios de Programas Sociales (Sisbén) es manejado con corrupción por parte de algunos alcaldes.
Las palabras de Bolívar fueron directas:
“Hay alcaldes que meten a su grupo político en una categoría que no merecen para recibir auxilios, cuando tienen casas de tres pisos, carros, y resultamos nosotros pagando transferencias a gente que no las necesita. Asimismo, sacan a la gente más pobre del Sisbén y de las categorías bajas a donde llegan las ayudas, porque no tienen los 100.000 pesos para darle al encuestador, que es lo que le cobran por meterlo en el Sisbén”.
Pero para Harvis Bello, estas afirmaciones no solo son injustas, sino peligrosas. Con un tono respetuoso, pero firme, el alcalde de Santa Rosa exigió responsabilidad en el manejo de la información y pidió que los señalamientos se hagan con pruebas, sin generalizar ni deslegitimar el trabajo de los municipios.
¿Dardos sin fundamento?
Bello explicó con claridad cómo funciona el proceso:
“Contamos con personal capacitado que realiza las encuestas y envía la información a la administradora municipal del Sisbén, pero es el Departamento Nacional de Planeación (DNP) el que asigna el puntaje correspondiente. Decir que los alcaldes manipulan los datos es desconocer cómo opera el sistema”.
Para el mandatario, el problema no radica en los municipios, sino en el propio diseño del Sisbén IV, que ha dejado por fuera a miles de familias vulnerables que antes eran beneficiarias de los programas sociales del Estado.
“Si bien la corrupción puede infiltrarse en cualquier nivel de gobierno, no es justo trasladar la responsabilidad de manera arbitraria a las cabeceras municipales. Es preferible decirle la verdad al país: que no hay recursos suficientes para sostener los programas sociales, en lugar de lanzar acusaciones que generan desconfianza y violencia en nuestros territorios”, enfatizó.
Además, Bello recordó que el puntaje del Sisbén no lo determina un funcionario local, sino un software centralizado en Bogotá. Por eso, insiste en que el DPS debe enfocar sus esfuerzos en hacer ajustes estructurales al sistema, en vez de alimentar discursos que pueden perjudicar a las comunidades.
¿Reforma o crisis en el Sisbén?
Las palabras de Gustavo Bolívar han avivado un debate que no es nuevo: el Sisbén ha sido objeto de críticas por sus fallas en la clasificación de beneficiarios. Desde su implementación, muchos ciudadanos han denunciado que sus puntajes no reflejan su realidad económica, quedando excluidos de ayudas esenciales como el Ingreso Solidario o Familias en Acción.
Por eso, Bello insiste en que la discusión debe centrarse en cómo mejorar el Sisbén, no en lanzar acusaciones indiscriminadas.
“Decir que los alcaldes manipulan el sistema es desconocer la Colombia profunda. Aquí lo que se necesita es una reforma estructural, con criterios más justos y una mayor inversión para garantizar que los subsidios lleguen a quienes realmente los necesitan”, concluyó.
Mientras tanto, la polémica sigue abierta. ¿Habrá una respuesta de Gustavo Bolívar? ¿Se avecina una reforma del Sisbén? Lo cierto es que, en medio de esta discusión, son los ciudadanos más vulnerables quienes siguen esperando soluciones concretas.