Con una trayectoria marcada por la defensa de los derechos humanos y el compromiso con las causas sociales, la empresaria y activista Alba Lucía Marín Díaz ha sido reconocida como una de las 30 líderes latinos que están cambiando el mundo, distinción otorgada por el Salón de la Fama Latinoamérica. El reconocimiento la coloca en un selecto grupo de personalidades cuya influencia y acciones han dejado huella en sus comunidades y más allá de sus fronteras.
Este galardón se suma a otros hitos en su carrera, como su inclusión en la prestigiosa lista de la revista Forbes, que la ha destacado por su capacidad de inspirar cambios reales y sostenibles.
Un reconocimiento a quienes dejan huella
La distinción es entregada por la organización que preside Edgar Valenzuela, la cual, desde hace más de 15 años, honra a hombres y mujeres excepcionales con premios como el Nacional de Excelencia Profesional y el Nacional de Responsabilidad Social. El objetivo es visibilizar a quienes, con su trabajo, generan un impacto positivo y duradero en la sociedad.
Liderazgo con propósito
Oriunda de Cartagena, Alba Lucía Marín Díaz es presidenta de la Cámara Nacional de la Mujer (CANADEM) en Colombia, Embajadora Internacional de la Paz y Delegada Internacional del Claustro Internacional de Derechos Humanos. Además, fundó el movimiento Mujeres al Poder, una iniciativa que acompaña y empodera a mujeres en situación de vulnerabilidad y víctimas de violencia.
Bajo su lema “Que el fin sea ayudar sin fin”, ha liderado proyectos que promueven la inclusión, la equidad de género y la protección de los derechos fundamentales, extendiendo su labor a diferentes países y demostrando que el activismo puede ir de la mano con el liderazgo empresarial.
Proyección global desde Cartagena
Con este nuevo reconocimiento, Alba Lucía Marín Díaz reafirma su posición como una de las voces más influyentes en el liderazgo social y empresarial de América Latina. Su historia es testimonio de que, desde Cartagena y Colombia, se pueden gestar transformaciones capaces de inspirar al mundo.
“Mi misión siempre ha sido tender puentes y abrir caminos para que otros también puedan avanzar. El verdadero éxito es el que se comparte”, ha expresado en diferentes escenarios.
En un continente donde las brechas sociales y de género aún persisten, el trabajo de Alba Lucía Marín Díaz representa un faro de compromiso y esperanza, recordando que el liderazgo auténtico no se mide solo por los logros personales, sino por el impacto que deja en la vida de los demás.