En medio del calor del mediodía y bajo una carpa en el barrio Cuatro Esquinas, sonaron los tambores. Pero esta vez, no era para recibir una fiesta patronal ni una comparsa de Carnaval: era para darle la bienvenida a algo más profundo, más esperado, más vital. En un acto simbólico pero cargado de historia y dignidad, el gobernador de Bolívar, Yamil Arana Padauí, instaló el primer tubo del nuevo sistema regional de acueducto de Arroyohondo.
“Mi corazón está contento, porque estoy con la gente que quiero. Esta es una obra que no solo lleva agua, sino justicia, dignidad y futuro. Cuando vine por primera vez, todos me hablaron del pésimo servicio de acueducto. Hoy les cumplo con una inversión que nace del corazón del departamento”, declaró emocionado el mandatario.
Alrededor del gobernador, niños del Club de Defensores del Agua portaban carteles con frases que resumían el sentir del pueblo:
“De la tinaja a la llave, aquí sembramos un futuro mejor.”
“Esta gota de agua nos quita la sed”; “Juntos somos agua, somos vida.”
Un sistema que por fin hará fluir el agua
La obra, que contará con una inversión histórica de $29.508 millones por parte del Gobierno Departamental, beneficiará a más de 19.000 habitantes de Arroyohondo y de los corregimientos de Pilón, Sato y Machado, así como de Hatoviejo, el mayor corregimiento del vecino municipio de Calamar.
“Gracias por no olvidarnos. Gracias por pensar también en Hatoviejo. Esta obra nos cambia la vida”, expresó la alcaldesa de Calamar, Yelitza Castellar, quien se sumó al acto de instalación.
La alcaldesa anfitriona, Zuleivis Coronel, no pudo ocultar su emoción:
“Aquí nunca ha funcionado bien el acueducto. Hoy hacemos historia. Gracias, gobernador, por estar presente y traer una inversión sin precedentes a este pueblo que ha luchado por años para tener agua potable”.
Lo que contempla el sistema
El nuevo acueducto regional incluye más de 20 kilómetros de tubería nueva, ampliación de la capacidad de captación, una nueva planta de tratamiento y una red de tanques elevados y semienterrados para asegurar el suministro continuo.
Entre sus componentes técnicos se destacan:
• Instalación de un nuevo sistema de bombeo que pasará de 20 a 48 litros por segundo, y luego hasta 60 litros por segundo en la fase final.
• Línea de aducción en PVC de 10 pulgadas.
• Desarenador y nueva planta de tratamiento de agua potable.
• Tanques de almacenamiento en Pilón, Sato, Machado y Hatoviejo, incluyendo uno elevado de 102 m³ en Arroyohondo y uno semienterrado de 245 m³ en Hatoviejo.
La obra será operada bajo el compromiso firme del gobierno departamental y local de exigir al operador eficiencia, continuidad y mantenimiento, con el acompañamiento técnico de Aguas de Bolívar.
“Vamos a tenerlos a pítica corta”, dijo el gobernador, entre risas y aplausos, al dirigirse a los contratistas. “Aquí nadie se puede dormir, porque este acueducto es sagrado para la comunidad”.
Agua para vivir, para educar, para soñar
El impacto de esta obra va más allá de lo técnico. En las veredas y corregimientos beneficiados, el agua potable ha sido por décadas una ilusión. Canecas, aljibes contaminados, agua comprada en carretillas o en bolsas han sido la dolorosa normalidad.
“Llevamos más de 80 años esperando esto. El agua no solo es vida, es salud, es tiempo para nuestros niños, es esperanza”, expresó Arístides Herrera, presidente de la Junta de Acción Comunal de Sato.
“El agua que consumimos a diario enferma a nuestros hijos. Esta obra no es un lujo, es un derecho que por fin llega”, agregó Saúl Martínez, líder social de Machado.
Más que agua: desarrollo integral
Durante el evento, el gobernador también anunció nuevas obras del programa COMPI para los corregimientos, incluyendo dos kilómetros de pavimentación en Arroyohondo.
“La calle de los burros se va a convertir en la calle de las Toyotas. Vamos a conectar con dignidad, vamos a arreglar también la vía Mahates–Arroyohondo. Estas inversiones no son favores, son derechos que estamos cumpliendo”, enfatizó Arana.
El mandatario también propuso la creación de una junta supervisora del agua, integrada por líderes comunitarios y autoridades, para garantizar transparencia y control social sobre la operación del nuevo sistema.
La instalación del primer tubo marca el inicio de una intervención integral que optimizará la captación, conducción, tratamiento y distribución del agua potable en cinco poblaciones del norte de Bolívar. Con una inversión de $29.508 millones, este sistema regional contempla una nueva planta de tratamiento, 20 kilómetros de redes, tanques de almacenamiento y un sistema de bombeo que elevará la capacidad de 20 a 60 litros por segundo. Es una solución estructural, diseñada para garantizar continuidad, calidad y cobertura, bajo estándares técnicos que responden a décadas de rezago histórico”, dijo Eliana Romero Valiente, gerente de Aguas de Bolívar.
Ese primer tubo instalado en Cuatro Esquinas no es solo una pieza de PVC. Es el símbolo de una comunidad que dejó de esperar y empezó a recibir. Es el fin de una sed de décadas. Es la semilla de un nuevo ciclo en la vida de miles de familias del norte de Bolívar.
Con esta obra, el gobierno departamental reafirma su compromiso con una gestión del agua con enfoque territorial, humano y social, y demuestra que sí es posible cerrar brechas históricas con decisiones valientes y obras transformadoras.
En Bolívar, cada gota cuenta. Y en Arroyohondo, esa gota se convirtió en un caudal de esperanza.