Cartagena atraviesa una de las peores crisis en la prestación del servicio de agua potable de los últimos años, marcada por roturas recurrentes de tuberías, suspensiones prolongadas en diferentes sectores de la ciudad y una emergencia ambiental sin precedentes en Tierrabaja. A esta hora, la ciudad enfrenta la ausencia del servicio de acueducto debido a que habitantes de Lomas de Matunilla y Puerto Badel se tomaron la estación Dolores, en señal de protesta por el mal estado de la vía.
Ante este panorama, el alcalde Dumek Turbay expresó su inconformidad con la operación de Aguas de Cartagena directamente a los directivos de Veolia, accionista mayoritaria de la empresa, lo que derivó en el anuncio del relevo de su gerente, Manuel Vicente Barrera Medina.
En su reemplazo, asumirá Jhon Montoya Cañas, un experimentado gerente que ya ocupó este cargo anteriormente y cuya designación representa una apuesta por recuperar la confianza ciudadana y la estabilidad operativa.
Un 2024 lleno de tropiezos
El reporte oficial de Aguas de Cartagena es contundente: en 2024 se registraron 12 graves suspensiones del servicio, afectando a barrios de las tres localidades de Cartagena. Entre las situaciones más críticas estuvo la rotura del tubo de Ceballos, que dejó sin agua a miles de hogares por días. Sin embargo, el evento más alarmante ocurrió en diciembre, cuando la ruptura del emisario submarino en Tierrabaja inundó las calles con aguas residuales, generando una emergencia ambiental y de salubridad pública que puso a prueba la capacidad de respuesta del Distrito y de Aguas de Cartagena.
El descontento ciudadano se intensificó a medida que los problemas se acumulaban, al punto de inspirar críticas masivas en redes sociales y protagonizar las tradicionales quemas de muñecos de Año Viejo. La percepción generalizada de que Cartagena tiene “tubos de galleta de soda”, como lo expresó el propio alcalde Turbay, refleja el agotamiento de la paciencia de los habitantes frente a las deficiencias en el servicio.
La respuesta de Veolia y el regreso de Jhon Montoya
Presionado por los constantes reclamos ciudadanos, el alcalde Dumek Turbay escaló sus quejas a las altas directivas de Veolia en Francia, solicitando medidas drásticas para solucionar la crisis. Como respuesta, la compañía decidió separar del cargo a Manuel Vicente Barrera y designar nuevamente a Jhon Montoya Cañas como gerente.
Montoya, oriundo de Medellín y con amplia trayectoria en el sector, cuenta con experiencia tanto nacional como internacional en la gestión de acueductos. Durante su anterior gestión en Aguas de Cartagena, lideró proyectos clave de expansión y mejora de infraestructura, lo que genera expectativas sobre su capacidad para enfrentar los desafíos actuales.
Entre las prioridades inmediatas del nuevo gerente están la presentación del Plan Maestro de Mejoramiento y Expansión del acueducto, la implementación de soluciones definitivas para evitar roturas recurrentes de tuberías y la atención integral a la comunidad de Tierrabaja.
Además, Montoya deberá enfrentar de inmediato la crisis desatada por la toma de la estación Dolores, que afecta no solo a los manifestantes, sino también a miles de hogares cartageneros que han quedado sin acceso al agua potable en medio de las altas temperaturas características de la ciudad.
¿Un cambio estructural o una solución temporal?
El relevo gerencial representa un paso importante, pero la crisis en el servicio de agua potable en Cartagena pone en evidencia problemas más profundos en la infraestructura y el modelo operativo de Aguas de Cartagena. La red de tuberías, muchas de ellas obsoletas, y la limitada capacidad de respuesta frente a emergencias demandan no solo inversiones significativas, sino también una gestión más proactiva y transparente.
El alcalde Dumek Turbay ha sido enfático en su exigencia de dejar un sistema preparado para el futuro. “Debemos pasar de tuberías del siglo pasado a una infraestructura moderna y eficiente. La ciudad no puede seguir dependiendo de soluciones temporales ni de carrotanques en sectores que merecen un servicio digno y continuo”, afirmó el mandatario.
El regreso de Jhon Montoya al mando de Aguas de Cartagena marca el inicio de una nueva etapa. No obstante, los cartageneros se mantienen en vilo, esperando que este cambio no sea solo un paliativo, sino el punto de partida para transformar un sistema que ha dejado de ser confiable.
¿Qué sigue?
Se espera que en los próximos días se convoque una reunión extraordinaria de la Junta Directiva de Aguas de Cartagena para oficializar la transición gerencial. Mientras tanto, el nuevo gerente tendrá que atender de manera urgente el conflicto en la estación Dolores y ofrecer soluciones concretas a las comunidades afectadas.
La pregunta que queda en el aire es si este relevo marcará la diferencia o si, una vez más, la ciudad será testigo de promesas incumplidas y soluciones a medias en uno de los servicios más esenciales para su desarrollo y calidad de vida.