Daniela Cruz: “Maquillar no es esconder, es revelar. Cada rostro tiene una historia, y mi misión es ayudar a que cada mujer se vea y sienta como la mejor versión de sí misma. El maquillaje debe ser un reflejo de la paz interior y la confianza.”
Daniela Cruz: “Enseñar a una mujer a maquillarse es más que mostrarle una técnica; es darle una herramienta para que se conecte con su propia esencia. Quiero que cada participante de esta Makeup Class salga sintiéndose poderosa y segura de su belleza única.”
A lo largo de la historia, el maquillaje ha sido mucho más que una herramienta de estética: ha servido como expresión cultural, símbolo de identidad y empoderamiento personal. Desde los polvos de arroz en la antigua China hasta los llamativos looks de las estrellas de Hollywood, la historia del maquillaje ha evolucionado de acuerdo con las épocas y valores de cada sociedad. Hoy, inmersos en un contexto donde la autenticidad y la aceptación de la belleza natural se celebran como nunca antes, el maquillaje se redefine: ya no se trata de cubrir imperfecciones, sino de realzar lo mejor de cada rostro, sin perder su esencia.
Daniela Cruz, una talentosa y reconocida maquilladora cartagenera, es una de las voces más destacadas de esta “revolución natural”. Con más de siete años de trayectoria, Daniela ha construido un estilo único que fusiona técnicas modernas con un enfoque profundo en la feminidad y la confianza. “Para mí, maquillar es un acto de conexión, una manera de ayudar a cada mujer a verse y sentirse como la mejor versión de sí misma. Cada pincelada debe reflejar paz y armonía, no solo en la apariencia, sino en el espíritu”, expresa Daniela, quien se ha ganado un lugar especial en el mundo de la belleza por su enfoque en el bienestar integral.
La carrera de Daniela ha sido un viaje constante de aprendizaje y exploración, desde su formación inicial en Cartagena hasta sus estudios avanzados en ciudades como Medellín, Bogotá y Barranquilla. En estos lugares, participó en congresos y master classes con expertos internacionales, enriqueciendo su técnica y visión. Sin embargo, Daniela reconoce que el valor de su oficio va mucho más allá de la técnica. “Para ser maquilladora en esta época, necesitas una preparación integral. Esto no solo implica aplicar bien un delineador, sino también gestionar un negocio, crear empleos y contribuir al crecimiento económico local”, afirma. Para Daniela, el arte de maquillar es inseparable de una ética empresarial que incluye excelencia en el servicio al cliente, presencia digital y estrategias que fortalezcan la sostenibilidad de su proyecto.
Este 24 de noviembre, Daniela Cruz dará un paso más en su carrera con el lanzamiento de su primera Makeup Class en Cartagena, un evento que promete revolucionar el concepto de la belleza en la región. Durante la clase, las asistentes tendrán la oportunidad de aprender técnicas prácticas para lograr estilos de maquillaje que van desde un look fresco y casual para el día a día hasta un acabado sofisticado para eventos especiales. “Será un espacio pensado exclusivamente para nosotras, un lugar donde podamos conocernos mejor, aprender a resaltar nuestra esencia y celebrar nuestra belleza natural”, expresa Daniela con entusiasmo.
Pero esta Makeup Class no será solo una capacitación técnica. Daniela ha diseñado el evento como un espacio de empoderamiento donde cada participante podrá reconectar con su feminidad y descubrir cómo el maquillaje puede ser una herramienta para reforzar su confianza y autoaceptación. Con su enfoque en la naturalidad y el empoderamiento, Daniela Cruz se consolida como una de las figuras más influyentes del maquillaje en Cartagena, inspirando a cientos de mujeres a redescubrir y abrazar su belleza auténtica.
A través de este evento, Daniela busca no solo impartir conocimientos, sino también crear una comunidad de mujeres que, unidas, celebren su individualidad y fortalezcan su confianza. En una era donde la autenticidad es el mayor valor, esta Makeup Class representa un acto de resistencia contra los estereotipos de belleza tradicionales y una invitación a realzar lo que ya es bello en cada mujer.