Por días, el movimiento en aquella casa de una calle estrecha del barrio Escallón Villa había pasado inadvertido. Entraban y salían personas con cajas y bolsas, pero nadie imaginaba que detrás de esa fachada silenciosa operaba una fábrica clandestina capaz de producir miles de botellas de licor adulterado.
En un operativo adelantado por la Policía Nacional en Cartagena, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación y la Oficina de Rentas Departamentales de Bolívar, se logró desmantelar esta red criminal que ponía en riesgo la salud de cientos de personas, justo en vísperas de las festividades de la independencia.
El procedimiento, ejecutado por unidades de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín), permitió incautar más de 1.600 litros de alcohol etílico, 700 botellas vacías, 700 tapas, insumos para el procesamiento del licor, grameras, dinero en efectivo y hasta un arma de fuego tipo revólver. En el lugar fueron capturados dos hombres y una mujer, quienes fueron sorprendidos en plena actividad de reenvasado y sellado.
Los investigadores identificaron a los detenidos con los alias de ‘El Mono’, de 57 años, natural de Ocaña (Norte de Santander), señalado como el cabecilla de la operación; ‘El Negro’, de 19 años y de nacionalidad venezolana, encargado del reenvasado, y ‘La Vieja’, de 57 años, procedente de San Antero (Córdoba), responsable de la logística y distribución.
Según las autoridades, esta fábrica clandestina tenía la capacidad de producir más de 5.000 botellas mensuales, generando una renta criminal superior a 250 millones de pesos. El negocio ilegal operaba con precisión: compraban alcohol etílico a granel, lo mezclaban con colorantes y saborizantes, y lo reenvasaban en botellas de reconocidas marcas para luego distribuirlo en establecimientos de la Zona Insular y en distintos barrios de Cartagena.
Los fines de semana y los eventos masivos eran los momentos elegidos para colocar el producto en el mercado. Cada botella vendida representaba no solo una ganancia ilícita, sino un riesgo letal: el consumo de este tipo de licor puede causar intoxicaciones graves, ceguera, daños neurológicos e incluso la muerte.
Con la operación desarrollada en Escallón Villa, la Policía Nacional asesta un golpe contundente a esta red que, bajo la apariencia de una vivienda común, atentaba contra la salud y la vida de locales y turistas.
Los capturados fueron dejados a disposición de la Fiscalía General de la Nación, por los delitos de corrupción de alimentos, productos médicos o material profiláctico, e imitación o simulación de productos o sustancias.
Desde la Policía Nacional se reiteró el llamado a la ciudadanía para denunciar cualquier actividad sospechosa relacionada con la fabricación o venta de licor adulterado, a través de la Línea de Emergencia 123, el número 321 394 6246o el correo mecar.sijin@policia.gov.co.
En tiempos de fiesta, cuando la ciudad se prepara para celebrar, las autoridades insisten en una advertencia simple pero vital: “no todo lo que brilla en una botella es licor legítimo”.