El cáncer es una de las principales causas de mortalidad entre niños y adolescentes en todo el mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, cada año alrededor de 280.000 niños y adolescentes entre 0 y 19 años son diagnosticados con esta enfermedad; en Colombia se estima que anualmente se presentan 1.628 casos nuevos.
Los tipos de cáncer infantil más comunes son: leucemia, cáncer cerebral, linfomas, tumores sólidos como el neuroblastoma y tumor de Wilms. De acuerdo con la OMS, las defunciones evitables en países de ingresos medianos y bajos se producen debido a la falta de diagnóstico, incorrectos o tardíos, a las dificultades para acceder a la atención sanitaria, el abandono del tratamiento, la muerte por toxicidad y las mayores tasas de recidivas.
Teniendo en cuenta lo anterior, Mutualser EPS ha definido estrategias para enfrentar esta problemática y desde su cohorte de Cáncer Infantil, en la que se atienden alrededor de 420 niños, se realiza seguimiento y acompañamiento para garantizar integralidad e intervenir en la ventana de oportunidad que permita obtener los mejores resultados clínicos, a fin de evitar o minimizar complicaciones en estos pacientes.
En el 2021, la oportunidad en el inicio de tratamiento a menores de 18 años con diagnóstico de leucemia fue de 1,6 días, mientras que en 2022 fue de 1 día, siendo la meta máxima 3 días, lo que indica que se obtuvo un inicio de tratamiento oportuno.
La iniciativa, liderada por Fundación SerSocial IPS, está dirigida a menores con diagnóstico de cáncer infantil, en hospitalización o controles ambulatorios en la Clínica Blas de Lezo, donde son atendidos 76 niños (36 de Cartagena y 40 del resto de Bolívar). Allí, los menores recibieron clases de karate como terapia emocional durante su etapa de tratamiento.
“Las clases de karate nos distraen y divierten, son muy buenas para salir del ambiente de siempre, porque a veces uno se cansa de estar acostado y con estas clases uno se siente mejor”, expresó Sebastián David Doria Caucil, paciente beneficiado con la iniciativa.
El pediatra hematoncologo Ángel Castro, resaltó que no solo es importante administrar medicamentos contra el cáncer, en este caso quimioterapia, sino también que los niños y sus familias tengan un espacio emocional que pueda ayudar a su curación integral. “Deporte como el karate u otros espacios lúdicos o psicológicos ayudan al tratamiento de los niños”, aseguró.
Por un lapso de media hora, y bajo parámetros médicos indicados, los menores practicaron ejercicios sencillos y conocieron de qué trata este arte marcial. La actividad fue bien recibida por los niños y familiares acompañantes, quienes agradecieron la oportunidad de contar con espacios de esparcimiento y actividad física en medio del proceso que enfrentan para combatir esta enfermedad.
Diferentes investigaciones indican que los ejercicios físicos son beneficiosos antes, durante y después del tratamiento contra el cáncer, ya que fomentan el funcionamiento del cuerpo y el cerebro, reducen la sensación de cansancio o fatiga, ayudan a disminuir la depresión y ansiedad, reduce los efectos secundarios del tratamiento, entre otros.
Nilvia Julio Gelis, gestora de la Unidad Oncohematológica Pediátrica de la Clínica Blas de Lezo, coincidió en que estos espacios son indispensables para los pacientes. “Es bueno cambiarles un poco la rutina, ya que no todo puede ser entre tratamientos y quimioterapias, para que también fortalezcan su parte emocional, recreativa y puedan compartir con los demás pacientes y familiares”.