El DATT lanza campaña para frenar la ola de muertes de mujeres motociclistas que no usan casco
“Espelucada, pero viva: usa el casco”. Así rezaba uno de los mensajes que agitaban las funcionarias del DATT sobre la avenida Pedro de Heredia, a la altura de Cuatro Vientos, donde más de 100 mujeres motociclistas recibieron una advertencia que, literalmente, puede salvarles la vida.
La escena no era un operativo, sino una intervención cargada de empatía, pedagogía y urgencia: la Alcaldía de Cartagena, a través del Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT), activó la campaña “Mujer Cuida a Mujer”, una apuesta por reducir las alarmantes cifras de mujeres que pierden la vida en siniestros viales por no usar casco, o por llevarlo mal puesto.
“Esto no es solo una campaña de tránsito, es un acto de cuidado entre mujeres, un llamado de una madre, una hermana o una amiga que quiere que llegues viva a casa”, dijo una de las agentes viales que participó en la jornada, donde también hubo charlas, entrega de folletos, dinámicas lúdicas y hasta simulaciones de accidentes.
Cifras que duelen
Según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial (ONSV), 785 mujeres fallecieron en accidentes en motocicleta en 2024, el número más alto en los últimos ocho años en Colombia. En Cartagena, 10 mujeres han muerto en lo corrido de 2025, muchas por no llevar casco, o por llevarlo suelto, mal abrochado, o inadecuado.
Las autoridades reconocen que entre los factores que inciden en este comportamiento están el calor de la ciudad, la presión estética y el desconocimiento de las normas. “No es solo por evitar una multa, es por proteger tu vida y tu futuro”, insistió otra funcionaria del DATT.
Lo que dice la ley (y lo que falta por cumplir)
En Colombia, el uso del casco está reglamentado desde el año 2000 con el Decreto 231. Además, la Resolución 23385 de 2020 del Ministerio de Transporte establece las condiciones mínimas para su uso: debe cubrir toda la cabeza y el sistema de retención debe estar asegurado.
Pero como lo evidencian las cifras, la norma no basta. Se necesita conciencia, voluntad y campañas como esta para que el mensaje cale. Y si viene de otra mujer, con empatía y sin imposiciones, es más probable que tenga efecto.
Una campaña que seguirá rodando
“Mujer Cuida a Mujer” recorrerá distintos puntos de la ciudad en los próximos meses, con el propósito de sembrar cultura vial desde la prevención, no desde la sanción. Porque en una ciudad donde la moto es el principal medio de transporte, y donde cada casco bien puesto puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, cuidar es también resistir.
“Tu cabello puede desordenarse, pero tu vida no puede perderse”, repiten las funcionarias mientras reparten volantes. Y en los ojos de algunas motociclistas —entre la risa y la sorpresa— se adivina que ese mensaje llegó donde debía llegar: al corazón.