Hoy, 2 de noviembre, cuando Cartagena celebra sus 40 años como Patrimonio Histórico de la Humanidad, prestigioso galardón concedido por la Unesco, lo hace con la gran noticia por la que esperó durante los últimos siete años: Aquarela es cosa del pasado. Sus paredes se redujeron a ruinas.
-“No demolemos un edificio, sino que protegemos el Patrimonio de Cartagena ante el mundo”, recalcó el alcalde mayor de Cartagena, Dumek Turbay Paz, en febrero pasado, y así se cumplió este sábado, en el marco de los 40 años de la Declaratoria de Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad.
-El ministro de Culturas, Juan David Correa, resaltó la importancia de la demolición de Aquarela, siendo fundamental el trabajo en equipo entre la Alcaldía Mayor de Cartagena y el Gobierno nacional, hasta conseguir el resultado anhelado.
“El Patrimonio es mucho más que unas edificaciones. La ciudad por la que, de alguna manera ingresaron las ideas que nos convirtieron en República, merecía todo el apoyo del Ministerio y este gran reconocimiento”, dijo Correa.
En un acto histórico que contó con la presencia del alcalde mayor de Cartagena, Dumek Turbay Paz; el ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes, Juan David Correa; la viceministra de Patrimonios y Memorias, Saia Vergara, el gerente de Edurbe, Alfonso Nieves, y otros destacados invitados, Cartagena de Indias celebró su 40° aniversario como Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad. La noticia que la ciudad esperaba finalmente se hizo realidad: el polémico edificio Aquarela, que amenazaba con poner en riesgo este prestigioso reconocimiento, ha sido oficialmente demolido.
Al finalizar lo que el alcalde Turbay Paz denominó “una pesadilla”, expresó: “Hoy hemos ratificado el Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad, no solo para Cartagena y Colombia, sino para el mundo entero. Este es un logro que trasciende fronteras, poniendo fin a un riesgo que nunca debió existir. Quiero expresar mi agradecimiento al Ministro Correa por su respaldo constante en esta titánica tarea.”
Por su parte, el ministro Juan David Correa subrayó que la demolición de Aquarela es un símbolo de la unión entre el gobierno distrital y el nacional, ambos trabajando para proteger el patrimonio cultural: “El Patrimonio es mucho más que edificios; es parte de nuestra identidad. La ciudad que fue cuna de la República merece el apoyo que hoy celebramos. La resolución de este conflicto es una muestra de que los plazos se cumplen y que la confianza puede restaurarse.”
La Alcaldía de Cartagena agradeció también el apoyo de la Unesco, que, tras reuniones en París, brindó recomendaciones técnicas fundamentales para defender el patrimonio y sustentar la demolición.
Aquarela: un largo camino que Cartagena venció
Después de siete años de controversia, en los que el Edificio Aquarela amenazó la visual del Castillo San Felipe y el reconocimiento de Cartagena como Patrimonio Mundial, finalmente se puso fin a una disputa que comenzó en 2017, cuando la Unesco ordenó la demolición de la construcción por el grave impacto que tenía en la relación histórica y visual entre el castillo y sus alrededores. La resistencia de los promotores y plazos incumplidos mantuvieron la amenaza latente, hasta que, en 2024, por iniciativa del alcalde Dumek Turbay Paz, se inició la demolición total de los 27 pisos de Aquarela.
“Este no es solo el desmonte de un edificio, sino la protección de nuestro Patrimonio,” declaró Turbay en el sitio de la demolición. En marzo de 2024, la Alcaldía asumió la administración del predio y encargó a la Empresa de Desarrollo Urbano (Edurbe S.A.) la gestión de la demolición, contratando a la firma Atila para ejecutar el proyecto. La inversión, cercana a los $11,897 millones, fue distribuida en un plan de trabajo dividido en cuatro fases, que finalmente concluyó con éxito.
El significado de conservar el título de Patrimonio de la Humanidad
Con la desaparición de Aquarela, Cartagena asegura la preservación de su identidad cultural y el aumento constante del turismo, así como una promoción de su imagen a nivel mundial. Este reconocimiento de la Unesco es la carta de presentación de Cartagena, un ícono de historia y cultura que merece ser protegido para las futuras generaciones.
Apoyo a los compradores de Aquarela: compromiso de la Alcaldía
Además de la demolición de Aquarela, el alcalde Dumek Turbay Paz ha subrayado su apoyo a las decenas de familias que resultaron afectadas tras invertir en este proyecto inmobiliario. “No solo eliminamos una amenaza al Patrimonio, sino que también protegemos a las víctimas de este proyecto fallido,” afirmó Turbay.
La Alcaldía ha presentado una acción popular para exigir a los promotores del proyecto la restitución total de las sumas invertidas por los compradores y para levantar el velo corporativo, de modo que los accionistas respondan ante los afectados. “Cartagena ha ganado esta batalla, y ahora nos enfocamos en defender los derechos de quienes confiaron en el proyecto Aquarela. Los afectados cuentan con nuestro respaldo.