-. Las ventas generadas por las actividades de dulces, comidas típicas, artesanías y arte plástico, promovidas por el Distrito durante la Semana Santa, se proyectan en más de $1.612 millones, lo que representa un incremento del 139 % frente a 2024, cuando alcanzaron los $675 millones. A su vez, en ese año ya se había registrado un crecimiento del 467 % respecto a 2023, con ventas de $119 millones.
Con un balance altamente positivo en las actividades organizadas por la Alcaldía Mayor de Cartagena y el Instituto de Patrimonio y Cultura (IPCC), concluye la celebración de la Semana Mayor, consolidando a Cartagena como un referente del turismo religioso y cultural en Colombia y la región.
Los resultados son contundentes tanto en lo cualitativo —por el fortalecimiento de tradiciones que reflejan la identidad cultural de la ciudad y la proyección de su patrimonio material e inmaterial— como en lo cuantitativo, con significativos impactos económicos y sociales en múltiples sectores.
Festival del Dulce y la Comida Típica
Uno de los hitos más destacados fue la ampliación del Festival del Dulce y la Comida Típica Cartagenera, realizado en las plazas de La Aduana y de Los Coches. Este año, los espacios se convirtieron en puntos de encuentro para miles de familias locales y turistas durante ocho días continuos.
Participaron 124 expositores de dulces y cocina tradicional, entre matronas y portadores de tradición: 60 seleccionados por convocatoria pública, 60 del pabellón de San Basilio de Palenque, y 4 representantes de Panamá como país invitado. Además, se sumaron stands de coctelería, artesanías, arte plástico y emprendimientos de la estrategia Impulso Violeta, para un total de 310 participantes.
Se estima que más de 450 familias fueron impactadas directamente, considerando que cada stand contó en promedio con tres personas de apoyo para producción, transporte y ventas. A esto se suman más de 940 empleos temporales generados en logística, organización y apoyo a los emprendimientos durante los nueve días del festival.
Las proyecciones indican una asistencia diaria de al menos 8.000 visitantes —entre público estacionario y flotante—, con ventas netas por más de $1.612 millones. Este crecimiento exponencial consolida al festival como un motor económico y cultural clave, generando ingresos significativos para cientos de familias, con un enfoque étnico y de género que garantizó la participación de 85 personas afrodescendientes, 80 palenqueros, 76 negros, 35 raizales y 10 indígenas, de los cuales el 85 % son mujeres cabeza de hogar.
Intercambio internacional y “Tienda de la honestidad”
La participación de Panamá como primer país invitado al festival sentó las bases de una alianza cultural duradera. La delegación, liderada por Ivis Moreno (Ministerio de Cultura de Panamá) y Leticia Levi (chef y artesana), participó no solo en la feria gastronómica, sino también en espacios académicos como el conversatorio “Recetas ancestrales” junto a Katherine Ballestas, directora de ACODRES en Cartagena.
Un componente novedoso fue la “Tienda de la Honestidad”, un experimento social instalado en la Plaza de la Aduana, donde niños, jóvenes y adultos pudieron consumir dulces dejando su aporte económico voluntario. Hasta el momento del balance, la tienda había recaudado cerca de $447.000, que serán entregados a las matronas que abastecieron este espacio.
Arte, artesanías y cultura
En paralelo al festival gastronómico, se desarrolló una muestra de artesanías con 43 artesanos distribuidos en plazas del Centro Histórico y en la feria Farex Boutique en La Serrezuela, con ventas estimadas en $290 millones. Por primera vez se integró una muestra de arte plástico y urbano que generó ventas por $23 millones.
La programación cultural incluyó conciertos, recitales, conversatorios y teatro, con gran acogida entre residentes y visitantes. Destacó el XV Festival de Música Sacra, con la participación de 185 músicos y 150 artistas locales en la “Masa Coral”, una experiencia sinfónica inédita. También se estrenaron los “Cuadros vivos”, escenas teatrales inspiradas en pasajes bíblicos representadas en espacios del Centro Histórico.
Ruta Esperanza y Patrimonio
Otra novedad fue la Ruta Esperanza y Patrimonio, impulsada por la Alcaldía, el IPCC, la Secretaría de Turismo, Corpoturismo, la Arquidiócesis y la Red de Museos. Este recorrido incluyó visitas a los museos Biográfico Madre Bernarda, San Pedro Claver, Santuario de la Popa y la Ermita de la Candelaria, acercando a miles de visitantes al valioso patrimonio espiritual y cultural de la ciudad.
“Cartagena continúa consolidándose como un destino de referencia a nivel mundial, gracias a nuestro compromiso con un turismo seguro, sostenible y responsable”, afirmó Teremar Londoño Zurek, secretaria de Turismo.
Por su parte, Liliana Rodríguez, presidenta de Corpoturismo, destacó que la ruta permitió a más cartageneros y visitantes conocer mejor el patrimonio religioso de la ciudad, un activo clave para su posicionamiento como destino turístico de talla internacional.
Festivales comunitarios e impacto ambiental
Además de los eventos en el Centro Histórico, el IPCC apoyó iniciativas en otros sectores como el Festival del Pescado en el parque Espíritu del Manglar, el Festival del Dulce en Ciudad del Bicentenario y Ararca, y el Festival del Marisco en Punta Canoa, fortaleciendo la economía local y la descentralización cultural.
Los eventos se desarrollaron con enfoque ambiental, mediante una estrategia de economía circular y reciclaje que incluyó el uso de estibas recicladas, transformadas por artesanos de Bayunca en mostradores funcionales para la exhibición de productos. Esta práctica no solo promovió el aprovechamiento de residuos, sino que generó ingresos adicionales en comunidades periféricas.
Un compromiso con la cultura como eje de desarrollo
“Cartagena y los cartageneros le hemos cumplido una vez más al país. Hemos proyectado al mundo una ciudad comprometida con su desarrollo cultural, turístico y espiritual”, afirmó el alcalde Dumek Turbay Paz.
Karolyn Saldarriaga, vocera del IPCC, concluyó: “En esta Semana Santa se marcaron nuevos hitos en la proyección de nuestras riquezas patrimoniales, fruto de un trabajo articulado con distintos sectores que seguirá dando frutos en el fortalecimiento de la identidad cartagenera y la cultura como eje de desarrollo”.
Este esfuerzo conjunto fue liderado por la gestora social Liliana Majana, la secretaria de Turismo Teremar Londoño, la presidenta de Corpoturismo Liliana Rodríguez y el gerente del IDER, Campo Elías Terán, entre otros aliados estratégicos, que convirtieron la Semana Santa 2025 en una vitrina del alma cultural de la ciudad.