En el barrio El Bosque de Cartagena, una motocicleta desapareció en cuestión de segundos. Su dueño, desesperado, corrió a alertar a la Policía. Lo que no imaginaba era que su denuncia desataría una persecución que pondría fin a la carrera delictiva de uno de los ladrones de motos más experimentados de la ciudad: alias “El Guajiro”.
Era una tarde cualquiera cuando las patrullas recibieron la alerta. Sin perder tiempo, los uniformados activaron el “plan candado”, un operativo que cerró las posibles rutas de escape del delincuente. La persecución no tardó en dar frutos. A la altura de la Transversal 54, un hombre de 48 años fue interceptado mientras intentaba escapar con la moto robada. Sus herramientas del delito aún estaban en sus manos: una ganzúa especial con la que, en cuestión de segundos, había burlado la seguridad de la motocicleta.
Los gritos de los testigos no tardaron en encender la ira de la comunidad. Algunos vecinos intentaron tomar justicia por su cuenta, pero la rápida intervención de los policías evitó que la captura terminara en linchamiento. Con el delincuente asegurado, las autoridades confirmaron lo que ya sospechaban: “El Guajiro” no era un ladrón improvisado. Su historial era extenso y turbio. Con más de 20 años de trayectoria criminal, registraba 11 anotaciones judiciales en los departamentos de Magdalena, Cesar y Bolívar por delitos de hurto, daño en bien ajeno y fuga de presos.
El capturado fue trasladado a una estación de Policía y puesto a disposición de la Fiscalía, junto con la motocicleta recuperada. Ahora enfrenta un proceso judicial que podría poner fin a sus días de fechorías en las calles.
Mientras tanto, la Policía Metropolitana de Cartagena reitera su compromiso con la seguridad y hace un llamado a la comunidad para que continúe denunciando delitos a través de la línea 123 o del Oyente Cooperante en la Emisora Radio Policía Nacional (311-4072363). Hasta la fecha, 82 motocicletas han sido recuperadas este año, gracias a la rápida reacción de las autoridades y la colaboración ciudadana.
En una ciudad donde cada minuto cuenta, la captura de alias “El Guajiro” es una victoria, pero también un recordatorio de que el trabajo contra el crimen no se detiene.