El Viernes Santo, mientras Cartagena se vestía de recogimiento y las calles del Centro Histórico resonaban con los ecos de pasos solemnes y saetas susurradas, en el barrio Pablo Sexto la historia seguía un guión muy distinto. Allí no hubo incienso ni cirios, sino un revólver calibre 38 y un muchacho con cara de niño que carga un prontuario de hombre curtido en el trajinar delincuencial.
Lo llaman “El Ángel”, y no por casualidad. A sus 26 años, este joven cartagenero ha sido nombrado en expedientes judiciales más veces de las que su apodo sugiere inocencia: homicidio en 2020 y 2024, hurto calificado en 2018, porte de estupefacientes y armas ilegales. Cinco anotaciones que cuentan una historia que nunca fue de redención, sino de reincidencia.
Ese viernes por la mañana, cuando muchos elevaban oraciones por el alma del mundo, una llamada anónima alertó a la Policía Nacional. En minutos, agentes y unidades de Distriseguridad cercaron el lugar. No hubo persecución. Tampoco balas. Solo un registro corporal, un arma fría, dos cartuchos sin percutir, y la imagen de un ángel que, precisamente, no vino del cielo.
Capturado en flagrancia, el joven fue esposado sin resistencia. En su rostro no había furia ni miedo, solo una mirada opaca, como quien sabe que la cruz ya está cargada. Lo llevaron al comando, mientras en otras partes de la ciudad aún se hablaba de la crucifixión y la esperanza de la resurrección.
Pero en Pablo Sexto no hubo milagros. Solo estadísticas. Alias “El Ángel” se convirtió en el capturado número 2.101 del año, uno más en la lista de los 235 detenidos por porte ilegal de armas en Cartagena. Una cifra, un expediente, un símbolo.
El caso ha encendido las alertas en las autoridades. ¿Cuántos más como él caminan entre los callejones sin otra guía que la sombra? ¿Cuántos “ángeles” hay en barrios que no ven el brillo del turismo ni los reflejos de las procesiones?
El arma y los cartuchos fueron entregados a la Fiscalía General de la Nación. Él también. En el calendario, el Viernes Santo del 2025 quedó marcado por una paradoja: el día en que se encontró un ángel… con un revólver.
