En la plenaria de hoy, el concejal César Pión convocó una audiencia para examinar el estado del proyecto de Protección Costera que se adelanta en la zona de Bocagrande, como parte de sus labores de control y vigilancia.
Durante la sesión del Concejo, el concejal reveló que el proyecto ha experimentado varios problemas, entre ellos, fallos en los diseños iniciales que han causado retrasos en los plazos establecidos.
Pión enfatizó que una de las principales preocupaciones es el impacto social de los retrasos del proyecto, ya que ha generado un perjuicio a los trabajadores de la playa, como comerciantes, carperos y dueños de locales, quienes han estado sin poder ejercer sus actividades económicas durante meses. Esto ha afectado a sus familias y ha exacerbado la tasa de desempleo en la zona de Bocagrande.
El cabildante señaló que, además de las implicaciones jurídicas, técnicas y ambientales, es importante considerar el impacto social del proyecto. Recordó que los trabajadores de la zona no han podido trabajar debido a la imposibilidad de usar las playas por el riesgo que representa para los bañistas.
Pión advirtió que parte de los retrasos en las obras se deben a errores de la UNGRD, quien funge como contratante, como la falta de previsión del impacto del mar en los rellenos contemplados en los trabajos.
Esta situación ha requerido volver a rellenar la zona, lo que ha generado un mayor uso de recursos y ha generado más retrasos en la finalización del proyecto.
El concejal pidió soluciones urgentes y convocó a una mesa de trabajo para buscar soluciones concretas a este problema. La situación debe ser atendida prontamente para evitar mayores afectaciones económicas y sociales en la zona de Bocagrande.
Este medio ha conocido que la UNGRD y el nivel nacional han dejado a la deriva el proyecto. Los avances que hoy pueden verse, se deben al compromiso del contratista Proplaya.