Desde este lunes, Cartagena vuelve a tener razones para soñar con música. José González Trujillo, mejor conocido como El Zorrillo de Colombia, viaja rumbo a Valledupar con un solo objetivo: traer de regreso la corona de Rey Vallenato al departamento de Bolívar.
Con el corazón afinado al ritmo de la tradición y las manos curtidas por años de lucha musical, El Zorrillo llega preparado para conquistar la edición 58 del Festival de la Leyenda Vallenata, que este año rinde homenaje al inolvidable Omar Geles. Del 30 de abril al 3 de mayo, la capital mundial del vallenato será testigo de una competencia legendaria, y José va con el alma puesta en cada acorde.
No es la primera vez que lo intenta, pero sí la vez que más cerca se siente. Ha llegado a las semifinales en ocho ocasiones, ha ganado festivales en Bolívar, Antioquia y otras regiones del país, y su acordeón ha hecho vibrar al mundo junto a artistas como Mister Black en el fenómeno internacional El Serrucho, con el que obtuvo un Congo de Oro en 2016.
Ahora, José quiere escribir otra página en la historia musical del Caribe: compartir con Manuel Vega el privilegio de ser un Rey Vallenato bolivarense. “Ya me inscribí y estoy practicando a diario para que Cartagena tenga otro Rey Vallenato”, afirma con la firmeza de quien no deja de creer en los sueños.
El gobernador Yamil Arana ya ha confirmado su respaldo a este talento, símbolo de perseverancia y orgullo cultural. Hoy, El Zorrillo de Colombia espera contar también con el acompañamiento decidido del alcalde de Cartagena, Dumek Turbay, y del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC). Pero aún queda un llamado pendiente: que la empresa privada se una a este sueño. Porque los gastos para competir y representar dignamente a Bolívar en este certamen nacional son altos, y todo apoyo suma para alcanzar la meta. Estima que son más de $20 millones, los que se requieren para pagar los gastos de la estancia en la capital mundial del Vallenato.
Desde las calles de Chapacúa, donde comenzó su historia con un acordeón prestado por su padre, hasta el majestuoso escenario del Parque de la Leyenda Vallenata, José representa lo mejor del Caribe colombiano: talento, resiliencia y pasión.
El Zorrillo se va a Valledupar, pero no se va solo. Se lleva los aplausos, las oraciones y el orgullo de toda una tierra que sabe que este año, más que nunca, la corona del vallenato puede volver a casa.