En el desarrollo de la COP 16, en Cali, en representación de la ciudad de Cartagena, el Establecimiento Público Ambiental, EPA Cartagena, suscribió la “Declaración de Cali”, un compromiso de construir un “Caribe Verde Biodiverso”, el cual fue firmado también por los gobernadores y demás autoridades ambientales de la Región Caribe.
Esto se llevó a cabo este fin de semana durante el encuentro de las autoridades ambientales urbanas del Caribe Colombiano para compartir experiencias y visiones frente a los retos que enfrenta el ejercicio de la autoridad y gestión ambiental en ciudades costeras biodiversas.
Este pacto, suscrito en representación de la ciudad por el director de EPA Cartagena Mauricio Rodríguez, tiene como objetivo aunar esfuerzos para estructurar, conseguir la financiación y ejecutar acciones y proyectos concretos en procura de la conservación y sostenibilidad de nuestros ecosistemas.
Entre las acciones pactadas está la de generar procesos de mitigación y adaptación para prepararnos para reducir riesgos de desastres frente al cambio climático. La Región priorizará acciones para mejorar la capacidad de recuperación de los ecosistemas y disminuir los riesgos por desastres naturales y antrópicos, lo que implica protección de la línea de costa contra la erosión costera, delimitación de las zonas de no intervención con infraestructura de acuerdo con las determinantes ambientales y los escenarios de cambio climático (temperatura, precipitación, ascenso en el nivel del mar).
Así mismo se comprometen a sensibilizar sobre la biodiversidad a fin de lograr un cambio de comportamiento y promover estilos de vida sostenibles, a priorizar la restauración de los relictos de bosque seco tropical, arrecifes de coral y manglares como fuentes de vida, alimentación y regulación climática.
El decálogo firmado también propone ordenar el territorio alrededor del agua, con planificación espacial participativa integrada, abordando el cambio en el uso de la tierra y el océano para mejorar el bienestar humano y la conexión con la naturaleza para contribuir con la provisión de funciones y bienes de vida de los ecosistemas, respetando los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales.
Las autoridades regionales reducir los riesgos de contaminación de todo tipo y origen; utilizar responsablemente la biodiversidad, proporcionando beneficios sociales, económicos y ambientales para todos, al igual que reforzar la creación y aumento de las capacidades, el acceso a la tecnología y su transferencia, promoviendo la innovación y la cooperación técnica y científica regional, nacional e internacional y el acceso a la información y conocimientos para todos, para lograr una gestión participativa de la biodiversidad.
Este pacto sentará las bases para un futuro sostenible en la Región Caribe, impulsando el desarrollo económico, social y ambiental.