A los 71 años falleció en Barranquilla la exsenadora y destacada abogada Dayra Galvis Méndez, reconocida por su amplia trayectoria en el ámbito jurídico y político de Colombia.
Graduada en Derecho en 1977 de la Universidad de Cartagena, Galvis se especializó en Derecho Penal y Procesal Penal, con estudios posteriores en la Universidad del Atlántico y la Universidad Nacional de Colombia. A lo largo de su carrera, fue una influyente figura gremial en el departamento de Bolívar, además de ser autora y defensora en casos penales de alto perfil, como el del asesinato del turista italiano Giacomo Turra.
En 1990, Galvis inició su incursión en la política como edil en Cartagena y, en 2006, se postuló al Senado por el partido Convergencia Ciudadana. Aunque inicialmente no obtuvo el escaño, asumió como senadora en 2007 tras la salida de Luis Alberto Gil. En 2009, se unió a Cambio Radical y consolidó su liderazgo en el Senado, destacándose con más de 70,000 votos en las elecciones de 2014. Desde la Comisión V, abanderó temas críticos para la región Caribe, como la mejora de los servicios eléctricos, enfrentándose incluso a figuras de alto perfil como el senador José David Name.
En el Senado, Galvis mantuvo una postura política de centro-derecha y defendió posiciones independientes dentro de la coalición de la Unidad Nacional, apoyando proyectos de los gobiernos de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos, pero mostrando también firmeza en decisiones que consideraba controvertidas, como la reforma a la justicia y al régimen de regalías. Su oposición a la administración del exalcalde de Cartagena, Campo Elías Teherán, la mantuvo en el ojo público, recibiendo tanto apoyo como críticas en medios y círculos políticos.
Las tensiones políticas también marcaron su relación con el líder de Cambio Radical, Germán Vargas Lleras, especialmente durante las elecciones al Senado de 2014, cuando Vargas Lleras apoyó a Dusan Vélez Trujillo, hermano del alcalde de Cartagena, en un intento que muchos interpretaron como un desafío a su liderazgo político en Bolívar. Aunque ambos negaron públicamente estas diferencias, en el ámbito político siempre se habló de una rivalidad latente.
La carrera de Dayra Galvis fue un reflejo de convicciones firmes, independencia política y un compromiso constante con los intereses de la región Caribe. Su partida marca el cierre de un capítulo en la política colombiana, dejando un legado de trabajo y polémica que seguirá siendo recordado en el escenario público.