Al alba, cuando la ciudad apenas despertaba, el Centro Histórico de Cartagena se llenó de pasos jóvenes y voces que cantaban con fe. Cientos de muchachos y muchachas, convocados por la Pastoral Juvenil, se dieron cita en el Parque Centenario para emprender una peregrinación que no solo recorrió las calles empedradas, sino también los corazones esta mañana.
Bajo el lema “¡Jóvenes peregrinos, caminantes de esperanza!”, la actividad Amanecer de Esperanza recordó que incluso en los silencios más profundos de la Semana Santa, la luz de la resurrección se abre paso. Con antorchas, pancartas y cantos, los jóvenes recordaron la promesa de Jesús: “Al tercer día resucitaré de entre los muertos”, y con ella llevaron un mensaje de fe a cada rincón del corazón amurallado.
El arzobispo de Cartagena, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, dio la bendición inicial y compartió un mensaje inspirador a las juventudes: “Ustedes son la esperanza de esta ciudad. Caminan hoy no solo como creyentes, sino como luz en medio de un mundo que necesita amor y verdad”.
El Sábado de Gloria es, en la tradición cristiana, un día de espera y esperanza antes de la celebración de la Pascua. Y Cartagena, ciudad de historia y espiritualidad, fue hoy escenario de esa fe joven que se renueva con cada paso. Porque mientras haya jóvenes dispuestos a caminar con Dios, siempre habrá esperanza para esta tierra.