“Feliz día, feliz día, feliz días…”
Así empezaban muchas mañanas en Caracol Radio Cartagena. Era la voz de Eugenio Baena Calvo abriendo el día con la misma energía con la que narraba un jonrón o un nocaut. Hoy, ese estribillo se escucha distinto: ya no anuncia un programa, sino que se queda suspendido en el aire, como un adiós que duele.
Nuestra solidaridad y abrazo profundo para sus hijos Cecilia “Chechi” Baena, Raquel, Juan Carlos, Brayan y María Eugenia. Ellos saben, como lo sabe Cartagena entera, que Eugenio no fue solo un periodista: fue un referente, un maestro de la palabra deportiva que llevó el béisbol y el boxeo en el corazón.
Su partida, a causa de un infarto fulminante, deja un silencio que no se llenará fácilmente. Porque Eugenio no se limitaba a dar resultados: narraba emociones, dibujaba en el aire cada jugada, cada golpe, cada instante que hacía vibrar a la afición.
Su colega y amigo Emiro Bertel Torrente lo recuerda con afecto: “Un gran compañero. Trabajamos muchos años al lado de Luis Alberto Pallares Villa, sobre todo en las transmisiones de béisbol y boxeo. Él me reemplazó en las entrevistas desde el terreno de juego, una modalidad nueva en ese entonces. Yo me quedé con los numeritos, él con las entrevistas. Más tarde, hicimos una gran llave. Siempre cumplidor, siempre generoso. En su programa Buenos Días Deportes me dio un espacio para mi sección Recuerdos de un Ídolo. Su partida me mueve el corazón grandemente”.
Eugenio deja un legado que va más allá de las cabinas y los micrófonos: deja la certeza de que se puede narrar con rigor y, al mismo tiempo, con alma. De que la radio, en manos de alguien que la ama, es un puente directo al corazón de la gente.
Cartagena En Línea expresa su más sentido pésame a su familia, amigos y colegas, y se une al luto por un hombre cuya voz ya forma parte de la memoria viva de la ciudad.
Paz en tu tumba, Eugenio. El béisbol y el boxeo seguirán sonando, pero sin ti, la narración nunca será igual.