El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, instó este lunes a boicotear la popular aplicación de mensajería WhatsApp, argumentando que militares, policías y líderes comunitarios que apoyan su controversial permanencia en el cargo han recibido amenazas a través de esta plataforma.
“Voy a romper relaciones con WhatsApp, porque están utilizando esta aplicación para amenazar a Venezuela. Voy a eliminar mi WhatsApp de mi teléfono para siempre y pasar mis contactos a Telegram y WeChat”, declaró Maduro en una manifestación del chavismo. “¡Dile no a WhatsApp!”, continuó, invitando a un retiro “voluntario, progresivo y radical” de la aplicación, propiedad de la compañía estadounidense Meta, junto a otras redes sociales como Facebook e Instagram.
Maduro sostuvo que “por WhatsApp están amenazando a la familia militar venezolana, a la familia policial, y a los líderes de calles y comunidad”.
El mandatario también acusó a las redes sociales de ser utilizadas para promover “división” y “odio” entre los venezolanos, señalando directamente a Instagram y TikTok. “Acuso a Instagram de su responsabilidad en la instalación del odio para dividir a los venezolanos, para buscar una matanza y una división de Venezuela, para traer el fascismo a Venezuela”, afirmó.
Miguel Rodríguez, un caraqueño que vive en Cartagena, expresó su preocupación por estas declaraciones, advirtiendo que “alguien tiene que parar a Maduro, pues WhatsApp es la herramienta por donde se comunican los venezolanos con su familia. Si se pierde esa conexión, será mucho más difícil para nosotros mantenernos en contacto con nuestros seres queridos”.
Maduro solicitó públicamente a sus funcionarios de seguridad que le proporcionen “recomendaciones” para regular el uso de las plataformas sociales, en las que se han difundido imágenes y videos de las protestas contra los resultados de las elecciones del pasado domingo, así como denuncias sobre los operativos de los cuerpos de seguridad que han dejado más de 2.000 detenidos, según el propio mandatario.
El gobernante izquierdista fue declarado por la autoridad electoral como ganador de las presidenciales del 28 de julio con un 52% de los votos, frente a un 43% de su principal rival, el opositor Edmundo González Urrutia, quien denuncia fraude y exige la presentación pública de todas las actas de los comicios.
La difusión de “mensajes de odio” en redes sociales puede llevar a penas de entre 10 y 20 años de cárcel en Venezuela, según una ley aprobada en 2017.