_Con aulas terminadas, salones completamente dotados, canchas múltiples, zonas de juegos y áreas verdes, Tierra Baja celebra la apertura de un colegio digno, completo y hecho para su gente._
“¡Sale, porque sale, vamos a tener colegio!”, así lo aseguró el alcalde Dumek Turbay al confirmar la esperada apertura del nuevo colegio de Tierra Baja. Lo que durante años fue un elefante blanco heredado de la pasada administración, hoy se convierte en un símbolo de dignidad y esperanza para cientos de niños, niñas y jóvenes de esta comunidad.
El colegio abrirá con aulas terminadas, salones completamente dotados, canchas múltiples, zonas de juegos y amplias áreas verdes. “Esta no es una obra cualquiera, es una apuesta por el futuro de Tierra Baja”, afirmó el alcalde Dumek Turbay.
La infraestructura, moderna y funcional, fue pensada para brindar calidad, comodidad y alegría a todos los estudiantes.
Pero la visión va más allá: “Aquí no solo vamos a tener colegio, vamos a traer educación tecnológica y universitaria”, añadió Turbay.
El nuevo colegio es apenas el primer paso de un proyecto educativo integral que busca transformar realidades, ampliar oportunidades y sembrar un futuro lleno de posibilidades para toda la comunidad.
Durante su visita a la institución educativa, el alcalde Dumek Turbay confirmó oficialmente la fecha de apertura. “Será el 21 de mayo, día de la afrocolombianidad, un momento muy especial para nuestra comunidad”, declaró con orgullo.
Este acto simbólico no solo honra las raíces culturales de la comunidad, sino que fortalece el sentido de pertenencia entre estudiantes y familias. La coincidencia de la inauguración con esta celebración resalta el compromiso institucional con la diversidad y la inclusión.
“Estamos trabajando juntos para tener todo listo”, enfatizó el alcalde Dumek Turbay durante el recorrido por las aulas y espacios.
Moisés Zabaleta, presidente del Consejo Comunitario de Tierra Baja, también expresó su emoción por este logro histórico para la comunidad. Destacó la transformación de un proyecto abandonado en una realidad que hoy genera orgullo colectivo. “Este colegio es un sueño cumplido, una victoria de la comunidad que nunca se rindió”, afirmó con convicción.
Zabaleta también resaltó el impacto que la nueva institución ha tenido entre antiguos estudiantes del corregimiento. “Los egresados nos dicen que hasta ellos quisieran volver a clases por el gran colegio que tendremos”, comentó.
Su testimonio refleja el valor simbólico y emocional de esta obra para quienes crecieron sin una infraestructura digna. La nueva institución no solo educará, también sanará una deuda histórica con Tierra Baja.
Las últimas revisiones a salones, canchas y áreas verdes avanzan a toda marcha con apoyo interinstitucional.
Además, comunidad, docentes y contratistas suman esfuerzos para garantizar una apertura impecable y segura. Con esta articulación colectiva, Tierra Baja se prepara para dar la bienvenida a su nueva etapa educativa.