Desde El Hobo, corregimiento de Santa Catalina, un rinconcito de paz en medio de la manigua, Pablo Fontalvo, uno de sus fundadores, le pide al Presidente, Gustavo Petro, cumpla con la que prometió a los campesinos: Tierra para cultivar.
Sus 300 pobladores habitan en 66 casas, algunas de barro y otras de material, y viven gracias a la misericordia de Dios porque aunque se dedican a cultivar no tienen tierras.
“Para poder sembrar, debemos alquilar la tierra y ya estamos cansados de pedir esos favores”, dijo Pablo Fontalvo, el patriarca de El Hobo.
Una característica de los habitantes de El Hobo es la amabilidad y el buen trato. Son mansos como un buey, agradecidos, y dan lo que no tienen, quizas porque el 90% de la población es cristiana. Son tan conservadores que a El Hobo no llegó el Covid-19.
Según Pablo Fontalvo hay tierras cercanas que el Presidente Gustavo Petro puede adquirir para los campesinos de El Hobo. “Aquí no hay maldad. La gente es pacífica, nadie pelea”, dijo.
Pablo habla de las necesidades, pero a su lado está Dimas Muñoz Padilla, otro de los fundadores, quien advierte que no tienen agua potable ni alcantarillado. “Este pueblo creyó en la palabra del doctor Petro cuando era candidato. Por eso espéramos que ahora que llegó a la Presidencia nos cumpla con las tierras y nos construya un acueducto. Lo invitamos para que vea como viven los campesinos pobres de Colombia”, dijo.
Otro de los descendientes de El Hobo, el pastor, Arnaldo Beltrán Fontalvo, quien acompañó la visita de este medio, se unió al clamor de quienes habitan en ese pueblito olvidado y pidió a las autoridades escuchen el clamor de sus habitantes.
Por último, Pablo Fontalvo remató: “Queremos decirle al Gobernador Blel y al alcalde de Santa Catalina, Manuel Polo, que nos envíen carrotanques con ahua potable porque estamos pasando mucha necesidad. No dejen que la sed nos mate”.