Foto autorizadas por la señora Neris Herazo, madre de Yini y abuela de Jesús David Martínez Galán y Mariana Galán Herazo.
En medio del desgarrador silencio que envuelve a Neris Herazo, la angustia se apodera de cada latido de su corazón, clamando por noticias de su hija Yini Paola Galán Herazo y sus nietos, Jesús David Martínez Galán, de 6 años, y la pequeña Mariana Galán Herazo, de tres. El pasado sábado, el destino trágico se manifestó en el Río Bravo de México, donde Yini Paola, con sus dos hijos aferrados a su ser, desafió la corriente implacable en busca de un futuro en Estados Unidos.
La fuerte corriente del Río Bravo, también conocido como Río Grande, le arrebató a Yini Paola el lazo más preciado: sus pequeños. Aunque la madre fue rescatada, la incertidumbre consume a Neris, quien se encuentra en Coveñas, Sucre, sin noticias. Su hija, tras afrontar un doloroso divorcio en Bucaramanga, optó por una travesía arriesgada hacia Estados Unidos, buscando una esperanza como inmigrante ilegal.
La historia de esta tragedia, compartida en un desgarrador relato en Facebook por Seith Rojas Molina, destaca la intervención valiente de los agentes de la Patrulla Fronteriza, quienes, al rescatar a la familia, se vieron obligados a realizar Reanimación Cardio Pulmonar a la pequeña Mariana. Jason Owens, Jefe de la corporación, revela la cruda realidad diaria que enfrentan y, en un gesto de solidaridad, expresa en la red X: “Estamos orando por lo mejor”.
Neris Herazo pide apoyo a la embajada colombiana en México.
Los acontecimientos del fatídico sábado 11 de noviembre desnudan la cruda realidad de aquellos que persiguen un futuro promisorio, enfrentándose a la corriente despiadada del Río Bravo y a la incansable lucha de los agentes fronterizos por preservar la vida en medio de un viaje marcado por la esperanza y la tragedia.
Fotos Jason Owens