Un hígado humano dañado se mantuvo vivo fuera de un cuerpo humano durante tres días antes de ser trasplantado por primera vez en el mundo, dijeron investigadores.
Normalmente, un órgano solo puede conservarse durante 12 horas si se almacena de forma convencional en hielo y en máquinas de perfusión disponibles comercialmente.
A un paciente de cáncer en la lista de espera de trasplantes de Suiza se le dio la opción de usar un hígado humano tratado después de haber pasado años viviendo con afecciones hepáticas graves, incluida la enfermedad hepática en etapa terminal y el cáncer de hígado.
Un año después de la cirugía, está prosperando sin ningún signo de daño hepático o rechazo de órganos y se mantiene saludable.
Los investigadores dicen que el desarrollo puede salvar vidas porque la tecnología podría aumentar la cantidad de hígados disponibles para trasplante y permitir que la cirugía se programe con días de anticipación.
El órgano fue trasplantado en mayo de 2021 y el paciente pudo salir del hospital unos días después.
El paciente dijo: “Estoy muy agradecido por el órgano que me salvó la vida. Debido a mi tumor que progresa rápidamente, tenía pocas posibilidades de obtener un hígado de la lista de espera dentro de un período de tiempo razonable”.
Existe una brecha cada vez mayor entre la demanda de trasplantes de hígado y la pequeña cantidad de órganos disponibles.
Debido al tiempo tradicionalmente corto durante el cual se puede almacenar un órgano, la cantidad de órganos que pueden ser compatibles con los receptores de trasplantes es limitada.
Pierre-Alain Clavien, director del Departamento de Cirugía Visceral y Trasplante del Hospital Universitario de Zúrich, y sus colegas demostraron la preservación de un hígado humano durante tres días fuera del cuerpo utilizando una máquina que realiza una técnica conocida como perfusión normotérmica ex situ. .
Esto es cuando el órgano recibe un sustituto de la sangre a la temperatura normal del cuerpo mientras está fuera del cuerpo.
La máquina imita el cuerpo humano con la mayor precisión posible para proporcionar las condiciones ideales para el hígado humano.
Según el estudio, el equipo preparó el hígado en la máquina con varios medicamentos, haciéndolo apto para el trasplante a pesar de que originalmente no estaba aprobado para el procedimiento.
El equipo de Liver4Life descubrió que el órgano trasplantado funcionaba normalmente, con lesiones mínimas, a medida que regresaba el flujo sanguíneo de los vasos sanguíneos internos.
Los inmunosupresores básicos solo se administraron durante las primeras seis semanas posteriores a la cirugía.
Entre otras cosas, la conexión del hígado a la máquina permite tratarlo con terapias antibióticas u hormonales y se pueden llevar a cabo largos análisis de laboratorio o tejidos sin presión de tiempo.
El profesor Clavien dijo: “Nuestra terapia muestra que al tratar los hígados en la máquina de perfusión, es posible aliviar la falta de funcionamiento de los órganos humanos y salvar vidas”.
Mark Tibbitt, profesor de ingeniería macromolecular en ETH Zurich, agregó: “El enfoque interdisciplinario para resolver desafíos biomédicos complejos incorporados en este proyecto es el futuro de la medicina.
“Esto nos permitirá utilizar los nuevos hallazgos aún más rápidamente para tratar a los pacientes”.
Los hallazgos se publican en la revista Nature Biotechnology.