Para muchos, un video es solo un registro. Para otros, una buena fotografía apenas retrata una escena. Pero para Jorge Peralta, cada imagen, cada toma, es una forma de contar lo que a veces no se dice con palabras. Mercadólogo de profesión, creador de contenido por pasión, piloto de drones y videógrafo del gobernador de Bolívar, Jorge ha encontrado en su lente una forma de narrar el alma de un departamento diverso y en constante movimiento.
“Me gusta capturar momentos y llevarlos a su máxima expresión”, afirma con claridad. Esa búsqueda de lo extraordinario en lo cotidiano lo ha llevado a recorrer cada rincón de Bolívar, cámara en mano, para retratar el trabajo del gobierno, pero sobre todo, las historias humanas que se esconden detrás de cada proyecto, cada obra, cada encuentro. Su pasión por fotografiar personas es evidente en cada disparo: para él, cada rostro cuenta una historia única, y su cámara se transforma en el medio perfecto para inmortalizar esa esencia.
Desde que se integró al equipo de comunicaciones de la Gobernación de Bolívar, Jorge vive una experiencia que define como “espectacular”. “Es un trabajo bacano —dice— porque no solo hacemos contenido, también conocemos historias reales, caras nuevas, lugares que no salen en los mapas turísticos. Es un reto narrar todo eso visualmente, pero es un reto que disfruto muchísimo.”
Su formación como mercadólogo le da una ventaja: sabe cómo conectar con las audiencias, cómo transmitir un mensaje que impacte, que no se quede solo en lo institucional, sino que emocione y genere conversación. Pero más allá de la estrategia, su verdadero fuerte está en la sensibilidad con la que mira el mundo.
La cámara, para Jorge, es una extensión de su manera de ver la vida. Su trabajo no es solo grabar al gobernador en actos públicos o en jornadas de campo. Es captar la mirada agradecida de una madre en un barrio recién pavimentado, el brillo en los ojos de un campesino que recibe apoyo para su cosecha, o la sonrisa de un niño al ver llegar una brigada médica. Además, como piloto de drones, Jorge amplía su perspectiva, sobrevolando escenarios que luego traduce en tomas espectaculares que revelan el paisaje y las transformaciones del territorio.
En cada pieza audiovisual que entrega, hay horas de rodaje, edición y sobre todo, una intención clara: contar historias que dignifiquen, inspiren y reflejen la transformación del territorio. “Estamos mostrando un Bolívar real, con sus contrastes, pero también con su esperanza”, comenta.
A sus espaldas, Jorge carga no solo su equipo técnico, sino también la responsabilidad de narrar un departamento en movimiento, de registrar para la memoria colectiva los momentos en que una política pública se transforma en un cambio tangible. Y lo hace con estilo, entrega y autenticidad.
“Este trabajo me ha enseñado a ver más allá del lente. A entender que detrás de cada historia hay una persona, una familia, un sueño. Y eso no se puede contar de cualquier manera. Se cuenta con respeto y con pasión.”
Jorge Peralta no solo filma: comunica con el alma. Porque donde otros ven paisajes o discursos, él ve fragmentos de historias esperando ser contadas. Siempre está buscando el encuadre perfecto, ese segundo irrepetible que congele una emoción, una mirada, un gesto que lo diga todo sin necesidad de palabras.
Sueña con obturar la cámara en el instante exacto, ese click perfecto que capture la esencia de la vida, y lo hace con la convicción de que cada imagen es una oportunidad para transformar lo efímero en eterno. Con la mirada puesta en el horizonte y el dron surcando el cielo, Jorge vive con la mente enfocada en capturar la belleza del instante, ese que pasa fugaz y solo regresa cuando alguien, como él, lo convierte en memoria viva.